VIAJAR ALIMENTA EL ALMA

VIAJAR ALIMENTA EL ALMA
El inicio del camino

jueves, 30 de enero de 2014

Amazoneando por la jungla y soleando por la playa


El lunes 13 de enero mi aventura continuaba rumbo a Iquitos, la selva amazónica peruana. Toda una excursión de 4 dias de trayecto combinando autobuses con barco. Si, 4 dias parece mucho lo se, pero es lo que tiene el mundo de los mochileros... Cambiamos una hora de avión por 4 dias de aventura y algo de ahorro jeje. A las 17:30 de la tarde salía desde Lima rumbo a Tarapoto, un trayecto de 28 horas en autobús amenizado por un sinfín de películas traducidas con acento suramericano. Ya me había acostumbrado a este nuevo acento, y era divertido oír a Tom Cruise a lo mariachi formal jeje. Fue un trayecto llevadero gracias al entretenimiento de películas. El martes 14 sobre las 21:00 de la noche, llegaba a mi primera fase del recorrido. Allí busque un hostal, cené tranquilamente y me fui a dormir, lista para empezar un nuevo día de trayecto. El miércoles por la mañana mi día empezaba temprano en busca de una combi, furgonetas convertidas en transporteUn escenario perfecto para disfrutar de una bonita y radiante luna llena como la de aquella noche.de pasajeros, para ir hasta Yurimaguas, el enigmático lugar desde el que iniciaría mi paseito en barco de 2 dias. Y digo enigmático porque cada persona te daba información diferente, rumores ciertos o no. En fin, el caso es que era todo un misterio saber si saldría el barco, en el caso que saliera a que hora seria, e incluso a veces, una vez montados en el barco, había que rezar para que saliera ese mismo día, porque si no se llenaba lo suficiente, se cancelaba la salida hasta el día siguiente. Vamos una seriedad increíble. Asi que ahí iba yo con mi positivismo, deseando que saliera un barco el mismo miércoles que yo llegaba allí. Empece mal con un mototaxi (los famosos tuc-tucs de Asia de los que hable en otra entrada) que me llevaba desde la terminal hasta el puerto y me decía que hoy no salía ningún barco, información que iba seguida de las actividades que se podían hacer en Yurimaguas y de los hostales que conocía. Por supuesto no me crei nada porque sólo quería que me quedara en el pueblo para llevarse comision si conseguía llevarme a algunos de los lugares que me ofrecia. Me enfade con el y le pague menos de lo que me pidió, porque este tipo de taxistas no son buenos para los turistas, sólo mienten, te confunden y puedes acabar fastidiando tus vacaciones si les haces caso. No habíamos llegado al puerto y ya había uno de los trabajadores del barco subiendome las maletas e informandome que la hora de salida serían las 16:00 de la tarde. Parecía que iba por buen camino :)

El barco, era un barco sin muchas pretensiones... más bien sin ninguna. Un barco para gente local y algun que otro mochilero. Una de las cosas más divertidas y originales era el hecho de dormir en una hamaca. Podías comprarla o alquilarla. Yo en mi caso la alquile porque no tenía espacio en mi mochila para ir cargando con una hamaca despues. Como vereis en las fotos, se iban colgando todas en una sala descubierta, pero con techo y lonas para el caso que lloviera. Despues de comprar algo de fruta en el pueblo, volvi rápido al barco ya que no quería dejar mi mochila en manos de los trabajadores del barco mucho tiempo. Nunca se sabe... Asi que aquel miércoles lo pase por completo en el barco parado, viendo como iba acomodandose cada vez más gente, y el ambientillo de vendedores ambulantes crecía por momentos. Un día en el que no me moví mucho y fui un blanco fácil para que varias personas se acercaran para hacerme las mismas preguntas repetitivas que he oído tantas veces durante mi viaje. Pero aquel día pase el cupo sin duda. Viajas sola? Porqué? Te gusta? Nadie te podia acompañar? De donde eres? Estas casada? Y tu familia? Que has visitado de Peru? A donde vas ahora? Estas paseando? (utilizan la palabra pasear para preguntar si estas haciendo turismo). En fin, que a la décima vez que alguien me hacía las mismas preguntas, contestaba de forma seca dando a entender que dejaran de preguntarme ya. Por suerte me hice amiga de 2 niños super simpáticos y alegres que por supuesto no tenían ninguna curiosidad en saber de donde venía y que hacia sola, sólo querían jugar.

Las 16:00 de la tarde se convirtieron en las 20:00 de la tarde, pero al menos salimos el mismo miércoles que ya era mucho. Me adapte rápido a dormir en una hamaca, y por supuesto me encantó poder descansar viendo bonitas vistas del río y haciendo paradas en diferentes comunidades para descargar mercancía. Los atardeceres también fueron preciosos, y aún más las noches, con una luna llena brillante que alumbraba el tranquilo río. Durante el viaje de 2 dias estaban incluidas 3 comidas al dia. Cada uno tenía que tener su propio tapper y cubiertos, hacer cola y esperar su ración de comida de rancho, como si de un comedor de cárcel se tratara. Arroz y algo de carne seca solía ser el menú, pero ya hacía tiempo que no me asustaba comer ningún tipo de comida. Lo que no me atreví a probar fueron las duchas del barco, ya que no sabía hasta que punto lavarme con agua del río marrón haría alguna función de limpieza. También hice nuevos amigos durante el trayecto, un californiano que se hacía pasar por canadiense por la mala fama de los gringos (dicese asi a los norteamericanos en Latinoamérica), y 3 chilenos muy divertidos, con los cuales me encontraría de nuevo despues.

El barco llegaba hasta Iquitos, pero durante el trayecto me enteré que si paraba en Naita y llegaba a Iquitos por tierra, ahorraría 6 horas de trayecto. Asi que me despedí del barco el viernes 17 a las 10:30 de la mañana, para tomar un combi que en 2 horas me llevaria hasta la famosa ciudad de Iquitos. Fue un trayecto con mucha lluvia, un pequeño aviso de que llegaba a la selva en temporada de lluvias.

Por suerte despues de llegar al hostal y tomarme una ducha con agua normal, paro de llover y pude pasear por la ciudad. Iquitos es la ciudad más incomunicada por carretera del mundo. Como podéis ver 2 dias de río no es poca cosa. Y además es una de las ciudades con más mototaxis de Peru. De hecho a ratos me sentía como en Asia con tanto tráfico, puestos callejeros e incluso construcciones similares. Pasee por el malecón, un paseo marítimo con vistas al río y ambiente bohemio al cual volví de noche con mis amigos chilenos que estaban en mismo hostal, y Pedro, un chico brasileño que también estaba en el hostal. Fuimos a tomar algo y acabamos cantando en un karaoke mi canción favorita "mi niña bonita" jeje.

El sábado 18 temprano empezaba un tour por la selva de 3 dias. Todos los turistas eran peruanos, parejas y familias con niños mayoritariamente, lo cual me gustaba porque me relacionaria con gente local. Despues de llevarnos al hospedaje junto al rio, unas cabañas que me recordaron a un alojamiento en el que estuve en Costa Rica, empezamos el día visitando un mariposario y un centro de rescate con varios animales como monos libres, y otros en jaulas como aves varias, un jaguar y lagartos enormes, entre otros.

Después de comer lagarto entre otros platos regionales tipo buffet, fuimos a pescar pirañas, aunque mas que pescar fuimos a darles de comer porque había muy pocas y las que había eran tan pequeñitas que el anzuelo no las alcanzaba, aunque  el pollo se lo comian. Me imagino que debían estar acostumbradas a los miles de turistas que hacían la misma actividad, y quizás subestimamos demasiado la memoria de un pez. Pero bueno, el sol brillaba y era una tarde agradable. Fue un día de mucho sol sin problemas de lluvia. Bien, primer día superado!

Hice amistad rápido con varias parejas mayores peruanas que estaban de turismo, así como con una familia muy divertida en la cual tanto el padre como la hija y el hijo de edades cercanas a mi, eran médicos, y el hermano pequeño también iba en camino. En general en Sudamerica se sorprenden bastante de que viaje sola. Así como en Asia había muchísimos mochileros viajando solos y los asiáticos ya debian estar acostumbrados, en Suramerica no me he encontrado con mucha gente viajando sola, y menos aun viajando por largo tiempo, mientras en Asia lo raro era encontrarse gente solo de vacaciones. Además, en general Latinoamérica es mas tradicional, familiar y que suelen viajar en grupo.

Después de cenar fuimos a hacer una caminata por la selva. Creo que era una de las primeras veces que hacia un paseo nocturno entre fauna variada. La verdad es que fue muy interesante por la variedad de animales que vimos, y la mezcla de sonidos que la selva nos regalaba. Linterna en mano y gracias a la audaz vista del guia, vimos arañas, ranas, saltamontes camuflados, termitas, arboles extraños con largas raices que sobresalian de la tierra,gusanos enormes, bichos varios y hasta nos lanzamos a saltar en una liana. Por supuesto los mosquitos tambien estaban ahí dispuestos a utilizarnos como aperitivo. Pasamos tramos de charcos profundos donde nuestra salvación fueron las botas que nos habían prestado. La verdad es que fue un paseo aventurero y a la vez relajante por la cantidad de sonidos que oímos a nuestro alrededor. A la vuelta fuimos a dar una vuelta en canoa para oír de nuevo la música de la selva y observar a la naturaleza en la oscuridad. Un escenario perfecto para disfrutar de una bonita y radiante luna llena como la de aquella noche. El guia estuvo explicando historias supersticiosas de chamanes relacionadas con sirenas, seres que aparecen debajo del agua o entes malignos que te llevan a otro mundo sin marcha atrás. Según el eran verdad, pero muy a pesar me cuesta mucho pensar que eso ha sido así. Esta vez dejamos de ser un aperitivo para los mosquitos, y nos convertimos en un verdadero banquete. En fin, cosas de la selva...

El domingo 19 el día amanecía con lluvia, aunque lo agradecí porque era relajante oír el sonido del agua mezclado con la variedad de insectos, desde la habitacion mientras dormía.

Aquel día se añadían nuevas personas al grupo, y tuve la grata sorpresa que aparecieron los 3 chilenos que había conocido en el barco y después había encontrado de nuevo en el hostal de Iquitos. También se añadía un mallorquín de mediana edad llamado Tomas, uno de los pocos españoles que encontré durante mi viaje. Fuimos a visitar un mirador e hicimos una caminata con lluvia para llegar hasta un árbol enorme considerado el mas grande de la parte peruana del Amazonas. Después de comer, la lluvia cesó y mientras la mayoría se fueron a pasear en canoa, Tomas y los 3 chilenos queríamos caminar por la selva, así que nos fuimos con otro guía hasta un pueblo donde vivía una comunidad indígena. Me gusto ver la diferencia entre pasear de noche y de día, y vimos nuevas especies que por la noche no pudimos ver.

Llego la noche y convertimos la sala de comidas en una fiesta divertidisima. El dueño de aquel hotel era un español de Navarra que también se sumo a la fiesta, una fiesta en la que cantamos tocando la guitarra, jugamos al juego de las palabras, al de las sillas, al de las películas y hasta a las cartas del Uno. Nos habíamos juntado un buen grupo tanto de jóvenes de fuera de Perú, como de familias y parejas peruanas, con ganas de mucha marcha! Lo pasamos genial!

El lunes 20, con algunas lagañas en los ojos, a las 5:30 estábamos en pie listos para ver desde el barco a los delfines rosados, una especie que solo existia en el Amazonas. Aunque sus saltos eran veloces, pudimos divisar mas de uno, aunque no fue posible captarlos en fotos. Aquel dia brillaba el sol de nuevo y pudimos observar con claridad el cambio de color del agua desde el inicio del río Amazonas, que era totalmente marron, hasta el final del río Itaya, que era  azul y reflejaba como si de un espejo se tratara. Nuestra energía no había menguado desde la noche anterior y estuvimos cantando durante todo el trayecto en barco. Aquel día se añadian nuevas personas al grupo y la sorpresa fue que apareció el americano californiano que había conocido en el barco también.

Fue un día completo en el cual primero fuimos a visitar un centro de animales con loros, pirañas enormes, lagartos a los que les dimos de comer y tenían una agresividad increíble, y unos peces llamados paicas, los mas grandes del Amazonas que llegaban a medir hasta 3 metros. A estos también les dimos de comer, y me asuste bastante porque tenían una boca increíblemente grande que en un segundo engullian saliendo del agua con mucha rapideza. Después fuimos a otro centro de rescate lleno de monos corriendo a sus anchas donde, aunque fue complicado, pude tener a uno entre mis brazos para hacerme la foto pertinente. Aunque mas impresionante fue tener a un osito perezoso entre mis brazos, un animal que prácticamente no se movía pero que tenias que agarrarlo con seguridad sino querías que sus enormes garras te arañaran sin piedad. El nivel de peligrosidad iba en aumento cuando llego el momento de coger una cobra y enrollarla por el cuello. Siempre con una sonrisa como si nada pasara, me hice la foto sufriendo para mis adentros jaja. Y finalmente llegamos al nivel de expertos cuando nuestro reto fue agarrar una anaconda. Tampoco os imagineis que eran de grandes como la de la película Anaconda, pero si lo suficiente como para necesitar varias manos para cogerla. La foto es la prueba de que lo conseguimos, aunque también hicimos que la linda serpiente se enfadara, prueba de ello fue el liquido blanco que empezó a salivar por la boca como si de un perro con rabia se tratase.

Aquella tarde haría la ultima actividad del tour, que seria una visita a una comunidad indígena llamada Boras, para ver un demostración de sus bailes y comprar artesanías en el caso que te interesara. Me pareció un poco turistada porque todo estaba demasiado preparado, pero no por ello dejo de ser interesante.

Si hay algo típico de los indígenas del Amazonas, es la llamada Ayahuasca, la famosa "droga espiritual". Ofrecida y elaborada por los chamanes, los brujos de la jungla, se ha convertido en un atractivo turístico a veces con un riesgo desconocido por muchos de los que lo prueban. Se trata de una bebida con hierbas que crecen en la selva, y sirve para limpiar el alma. Los efectos son alucinógenos, y dicen que ves cosas de tu pasado, los miedos que tienes y en general cualquier alucinación posible. Suele dar vómitos y malestar corporal, aunque se supone que si todo sale bien, despues de limpiar tus malos augurios, alcanzas una paz absoluta y un bienestar palpable. El problema viene cuando esta ceremonia se abre a los turistas, y se convierte en una atracción "para todos los públicos". Personas que se hacen pasar por chamanes ofreciendo la ayahuasca a los turistas, pero en realidad no es auténtica ayahuasca y puede tener efectos peligrosos para la salud. Cuentan de turistas que tuvieron ataques del corazon y algunos llegaron hasta la muerte. Pero por supuesto, eso no significa que no siguan existiendo los chamanes auténticos, sólo que hay que ir con cuidado de quien te lo ofrece. Dicen que quien realmente cree en los efectos espirituales de la ayahuasca y realiza la ceremonia correctamente, puede tener efectos positivos sanando el alma y obteniendo una paz absoluta despues del tratamiento. Y despues de esta explicación, deciros que yo no lo probé ni ganas que tenía. Mi alma está muy sana y me gusta vivir la realidad. No necesito alucinogenos, con este viaje ya estoy alucinando bastante jeje.

Llego la hora de la despedida de mis amigos chilenos y de la familia peruana, mientras que Tomas y el chico americano volvían en barco a Iquitos el mismo día que yo. Siempre da pena conocer a gente con la que te llevas bien y después te tienes que despedir, pero en fin, forma parte del viaje.

Al llegar a Iquitos por la tarde, estuve un rato paseando y después de cenar de nuevo el rico ceviche que tanto me gusta, di por terminado el día. El martes 21 debía levantarme temprano para tomar un avión hasta Lima, ya que no era necesario hacer de nuevo la gran excursión en barco y autobús de 4 días. Compartí el vuelo con Tomas que también había reservado el mismo avión. A las 10:30 aterrice en Lima en busca de la terminal de colectivos que me llevara a Mancora, una playa situada al norte de Perú con mucho ambiente joven. Fácilmente llegue a la terminal en transporte publico y a las 2 del mediodía cogía un autobús de 20 horas rumbo a Mancora.

El miércoles 23 llegaba sobre las 11 de la mañana a Mancora, lista para alojarme de nuevo en la cadena de mochileros de Loki. Este iba a ser el cuarto Loki en el que me alojaria, y además tenía pinta de que iba a ser el mejor, teniendo en cuenta que estaba en primera línea de playa, con una piscina enorme y con todas las actividades de un resort, pero a lo mochilero. Y asi fue. Estaba deseando llegar a la playa, y aunque las de Barcelona no tenían que envidiar nada a la de Mancora, sólo el hecho de estar junto al mar ya me hacía feliz :)

Mi adaptación al resort fue rápida jeje. Bikini, toalla, crema y lista para disfrutar del arte de no hacer nada. Me encontre con mi amiga francesa Caroline con la cual he coincidido en repetidas ocasiones, aunque sólo fue un rato porque horas despues ella tomaba un autobús rumbo a su próximo destino. Igualmente, sólo el hecho de conversar un tiempo con ella ya me hacía feliz.

El Loki estaba preparado para animar a la gente a beber, es por ello que nunca faltaban los momentos de happy hour y juegos variados relacionados con alcohol. Puede sonar muy turistada, pero definitivamente, tener actividades variadas en un ambiente mochilero y joven, es algo que a todos nos gusta. Y es algo que facilita mucho el camino de conocer a gente.

Asi que yo, durante mi primera noche ya había conocido a 2 chicas argentinas, 2 chilenos, un canadiense y una americana que enseguida hicimos buenas migas.

Playa, piscina, sol, fiesta, juegos y risas. Asi pase un total de 3 dias divertidos. Es curioso como normalmente soy la única española de los grupos de gente que conozco. Es habitual que me digan, "oh, eres la primera española que conozco". Es verdad que ahora no es época vacacional en Europa, y en cambio en Suramérica si, pero en fin...si alguien más quiere ayudar a representar a nuestro bonito país, por favor, todos a viajar jeje! Lo que esta claro es que todo el mundo está enamorado de Barcelona y muchos se atreven a decir que es la mejor ciudad del mundo. Guau!!

La noche del viernes al domingo , habiendo aprovechado antes el ya religioso happy hour, me dispuse a viajar de Mancora rumbo a un pequeño pueblo costero de Ecuador llamado Montañita. No era un lugar que estuviera en mis planes, pero en Mancora todo el mundo me había recomendado que fuera por ser la Ibiza de Suramérica, asi que decidí pasarme aprovechando que era fin de semana y me iba de camino.

De esta forma me despedí de Peru, un país que visite durante un mes y en el que guardaré muy buenos recuerdos por la cantidad de cosas vividas y lugares visitados. Desde pasar Navidades y fin de año en familia visitando el Machu Picchu y otras muchas ruinas incas, hasta llegar a playas fiesteras, no sin antes saltar por un desierto, meditar en un retiro espiritual de Haré Khrisnas y disfrutar como mona Chita jungleando por el Amazonas. Un sinfín de paisajes y un sinfín de buenas experiencias que no hacen más que aportarme mas felicidad si cabe. Peru ha sido un país en el que me he sentido muy agusto y por supuesto he conocido a personas maravillosas. Buena gastronomía, buena gente, interesante historia y un futuro prometedor. A partir de ahora miraré con otros ojos a toda la gente que conozca de Peru y vivan fuera de su país.

Seguimos con nuevas historias!!!!!! Hasta la próxima!!!! Gracias a tod@s los que me seguís!!!